A debate: "Manifiesto EQUO-Andalucía"
Manifiesto EQUO-Andalucía
La construcción del proyecto de la ecología política andaluza.
Un texto para abrir los debates en nuestras mesas, asambleas y espacios virtuales de la equomunidad andaluza
EQUO-Andalucía
es consciente de que la crisis sistémica que padecemos está siendo
gobernada por el mismo liberalismo económico que la causó, convirtiendo
sus planteamientos ideológicos en religión de culto en todos los
púlpitos mediáticos al uso.
Pero
esta crisis no responde solo a la maldad política neoliberal sino que
hunde sus raíces en el agotamiento de los recuso naturales,
especialmente del petróleo. Este agotamiento ha provocado una
espectacular subida del precio de las materias primas, lo cual ha
servido como detonante para la explosión de las burbujas especulativas
tanto inmobiliarias como financieras. Ni la izquierda tradicional, ni la
derecha quieren reconocer el origen ecológico de la crisis y ambas
postulan, por vías distintas, una vuelta a la senda ilusoria del
crecimiento. Nosotros y nosotras no, y por ello nos preparamos para que
el inevitable cambio que vendrá sea equitativo y sostenible.
La
transición ha comenzado y EQUO-Andalucía quiere que sean los ciudadanos
y las ciudadanas andaluces los que la gobiernen. Apostamos por que la
“inteligencia colectiva” de la ciudadanía sustituya a la avaricia de los
bancos, a la torpeza de los políticos profesionales y a la
irracionalidad de los tecnócratas. Es la hora de que la creatividad de
las multitudes diseñe los programas de transición ecológica hacia una
sociedad más igualitaria. Es el momento de que la fuerza de la
democracia despliegue todas sus potencialidades para barrer la
corrupción y el expolio y reinventar la política como la patria de lo
común.
EQUO-Andalucía
quiere asumir la responsabilidad de definir una estrategia política de
confrontación radical con los actores que actualmente ejercen el poder
fáctico, sea institucional, social o económico, actores que consideran
Andalucía un territorio subordinado útil para continuar con el expolio
de capital humano, ambiental y financiero.
El
poder real está siendo gestionado por quienes no necesitan presentarse a
las elecciones. A tal hecho ha contribuido de modo determinante el
ejercicio de 30 años de gobierno de un PSOE-A que ha convertido nuestra
autonomía política en una institución decadente. El último gobierno
Zapatero, con la connivencia de un presidente andaluz no electo, han
transformado Andalucía en territorio colonizado por los mercados.
Las
cifras son contundentes. Una tasa de desempleo superior al 30%, un
índice de pobreza relativa del 28%, un paro juvenil que ya ha alcanzado
el 50% y una discriminación laboral de las mujeres, que perciben
salarios un 20% inferiores los de los hombres. Este es el resultado de
la economía especulativa del ladrillo, de las políticas turísticas
insostenibles, del control de nuestra producción agraria por las
multinacionales, de un modelo de consumo que ha entregado el valor
añadido del comercio a las grandes superficies comerciales y a las
grandes firmas y cadenas de supermercados.
Como
daños colaterales, la corrupción urbanística, los ayuntamientos
endeudados, si no en quiebra, gran parte de nuestro litoral destruido,
el agua en manos de monopolios con sede social fuera de Andalucía, las
cajas de ahorros que dejaron de ser andaluzas (Cajasur, CajaGranada…),
las pesquerías esquilmadas, los acuíferos contaminados,... Y no menos
grave, la cultura andaluza como caricatura, el fracaso escolar por las
nubes, y la destrucción y despatrimonialización de nuestras ciudades a
la vista.
Pero
más, la feria de las vanidades, la inoperancia de la justicia, el uso
de los fondos europeos para potenciar las redes clientelares del poder
político, la construcción de una administración pública paralela
dependiente, no de la ley o el gobierno, si no del partido que ha
ejercido el poder, ha conducido a la ciudadanía andaluza a un
preocupante desapego por la política.
A
esta debacle social, económica y ambiental también han contribuido los
partidos tradicionales, sus gobiernos y co-gobiernos en municipios y
diputaciones. Esto ocurre tras veinticinco años de apuesta por un modelo
económico, que la ecología política siempre anunció insostenible.
No
obstante, en las pasadas elecciones generales el electorado ha
sacrificado la racionalidad por la fe. Ha entregado el látigo de las
futuras políticas a quien más duramente va a manejarlo. Ya ha comenzado a
usarlo. Perdió la democracia, que ya de facto estaba muy herida,
pasamos del bipartidismo a un monopartidismo galopante.
Pero
el contexto actual es aún más duro para la socialdemocracia que
gobierna Andalucía. En Andalucía, más de un millón de personas
desempleadas es la herencia de ignorar las claves de la actual crisis y,
no menos, de una falta de liderazgo político de confrontación frente al
centralismo imperante y los nacionalismos vasco y catalán. La lucha por
la igualdad desde Andalucía, que dio forma al modelo de Estado actual,
ha sido enterrada bajo el yugo de la globalización y los mercados.
La
dureza de la crisis en Andalucía, junto con otros errores de bulto del
actual gobierno andaluz, como la reforma de la administración pública
andaluza, la permisividad ante las políticas de concentración y
desactivación de la capacidad de intervención de las Cajas de Ahorros de
nuestro territorio, la falta de previsión ante la reforma de la
Política Agraria Común, apuntan a un triunfo sin precedentes de la
derecha.
En
este contexto EQUO-Andalucía debe anteponer el objetivo de
reconstrucción de los marcos ideológicos comunes que, desde la
diversidad, promuevan una verdadera sociedad civil reflexiva e implicada
en la política. Recuperar la política como valor cívico es una de
nuestras tareas. Reconstruir un espacio político de tradición ilustrada
en Andalucía va a ser una tarea ardua. Esta obra no puede hacerse ahora
sumando siglas y reuniendo vanguardias.
El
fondo de la oposición real va a estar en la calle cuando el gota a gota
de las políticas ultraliberales se siga aplicando. No tendremos
capacidad de cambio, si no actuamos sobre el modelo económico, fiscal,
institucional y de democracia que vivimos, empoderando a Andalucía hacia
adentro y hacia afuera.
EQUO
apuesta por Andalucía sin reticencias. Apuesta por sus gentes y por sus
recursos endógenos: Apuesta por Andalucía como un territorio de gran
peso específico dentro de un estado federal y europeo, frente a nuevas
corrientes neocentralistas o las tensiones territoriales que propician
el País Vasco y Cataluña.
Apuesta
con sus recursos naturales como fuente renovable de un nuevo modelo de
desarrollo territorial, de economía sostenible y de empleo de calidad:
•
Por su sol, su mar y su viento como fuentes de energía autosuficientes,
limpias, generadoras de empleo estable e independientes del mercado del
petróleo.
•
Por una agricultura, una ganadería y una pesca sociales y ecológicas,
es decir, que respetan la tierra y el mar, libres de tóxicos y que
apoyan claramente a los hombres y las mujeres que con su trabajo
producen los alimentos indispensables, frente a multinacionales,
especuladores y grandes terratenientes.
•
Por un turismo sostenible y de calidad que sea el motor de la
conservación de los espacios naturales y del patrimonio cultural de los
que depende.
Apuesta
por su cultura, su conocimiento, su creatividad y su patrimonio, frente
a quien las usa como una mofa (pseudo-xenófoba).
En la tierra de Lorca, de Velázquez o de Falla la apuesta es priorizar en:
•
Una educación de calidad, que haga descender los alarmantes niveles de
abandono escolar y de analfabetismo funcional de los últimos años.
•
Las universidades y centros de investigación andaluces, que pese a
recortes y políticas tibias, son punteros en sectores estratégicos como
las energías renovables, las tecnologías agroalimentarias o la
biomedicina, entre otras.
Apuesta
por la justicia social y la igualdad, como no puede ser de otra forma
en esta tierra solidaria y abierta, poniendo en primera línea política
la igualdad real entre hombres y mujeres y la integración de las
personas más desfavorecidas por el modelo económico.
Apuesta por una política económica justa:
• Por una banca pública andaluza, despolitizada, con compromiso ético y priorizando la inversión en Andalucía.
• Por una fiscalidad propia, que queremos llamar nueva cultura fiscal, donde paguen más los que más tienen y más contaminan.
Por
último, pero no menos importante EQUO-Andalucía apuesta, desde la
tierra de la primera constitución española, por una democracia de
calidad, que devuelva a la ciudadanía su capacidad de decisión política
poniendo coto a las oligarquías partidistas que lejos de defender el
bien común buscan el de sus partidos o sus amigos. Permitiendo
herramientas de participación directa, recuperando el referendum y
haciendo a las Iniciativas Legislativas Populares realmente
vinculantes.
Por
eso debemos situar en el centro cinco líneas estratégicas de
EQUO-Andalucía: La apuesta por un modelo de desarrollo endógeno basado
en programas de transición hacia la conexión al sol (energías renovables
y ahorro y eficiencia energética), el desarrollo de la agroecología, el
fomento del turismo sostenible, la puesta en valor de la factoría
cultura andaluza y el apoyo a la investigación en sectores de
tecnologías social y ecológicamente eficientes como las energéticas y
las biosanitarias.
Todo
esto sobre cuatro ejes de intervención institucional cuales son:
reformas democráticas (nueva ley electoral andaluza, nuevos instrumentos
de participación ciudadana, transparencia pública, anticorrupción),
reforma fiscal, banca pública andaluza y la comarcalización de nuestra
estructura territorial.
Hablamos
de líneas fuerza para generar el marco común que pueda vencer a la
derecha. Entre tanto, nos seguiremos encontrando con los límites
biofísicos del modelo actual, la situación económica se va a seguir
agravando fruto de las políticas que se nos vienen encima, anunciamos un
crack más duro.
Para
ello necesitamos construir un EQUO-Andalucía que se conforme como una
fuerza política andaluza, española y europea. No podemos seguir siendo
una suma de ciudades o de provincias. Las experiencias exitosas del País
Valenciano, las islas Baleares o Cataluña van prefigurando un proyecto
EQUO federal, en el marco del Partido Verde Europeo, al que
EQUO-Andalucía debe incorporarse con todo su capital político.
De
nada valen la ambigüedad ideológica (somos una fuerza de izquierdas),
ni la sensibilidad a corrientes sociales de raíz reaccionaria como el
neocentralismo, o la falta de atención a las políticas de los derechos
civiles y la igualdad de género.
Somos ecologistas, ecofeministas, federalistas; mujeres y hombres de una izquierda nueva, andaluza y verde.
Equipo redactor:
Mario Ortega, Adelina Sánchez, Francisco Garrido, Blanca Parrilla, Pepe Jiménez, Elena González.